Del 11 al 14 de abril se estuvo celebrando la 31 edición del Salón del Cómic de Barcelona. Con más de 120 expositores, salas de actos y talleres, esta conocida convención del mundo del cómic en general volvió a reafirmarse como una de las más potentes que hay en Europa.
Se trataba de la primera vez que hacía una visita por la Ciudad Condal con la excusa de poder cubrir este evento. Muchos son los aciertos que he encontrado en la organización del Salón en comparación con los aspectos negativos. Los 19.000 m2. que forman el palacio 8 de la Fira de Barcelona (lugar en el que desde hace unos años se lleva celebrando la convención) hace que los stands estén repartidos de tal manera que haya espacio de sobra para que los asistentes puedan pasear con suma comodidad aun en los días de mayor afluencia de público. El esfuerzo de las editoriales a la hora de fabricar sus espacios ha sido notorio. Entre algunas conocidas franquicias como Xbox, Warner Bros., Fnac o El Corte Inglés que no quisieron perder la oportunidad de estar presentes en el Salón, destacó para mi gusto ECC Ediciones, con un espectacular stand formado por figuras de cartón piedra de los protagonistas de Watchmen.
Por lo general el Salón ha contado con una gran variedad de autores consagrados dentro de la industria como es el caso de Peter Milligan, Adam Hughes, Yanick Paquette, Ariel Olivetti o Rafa Sandoval, quienes participaron en las diferentes sesiones de firmas que las editoriales organizaban cada día.
Al margen de todo esto, el Salón del Cómic puso a disposición de todos una serie de exposiciones muy interesantes como es el caso de Los 75 años de Superman: un repaso a la historia del Hombre de Acero a través de originales cedidos por, entre otros, Mariano Bayona, conocido seguidor del personaje que administra una web muy elaborada centrada en la historia del personaje (click aquí).
Este año, el Salón también ha querido rendir homenaje al western, género vital dentro del mundo del cómic. Por este motivo se decidió crear una exposición titulada Por un puñado de cómics, la cual ofrecía una gran cantidad de originales de historias ambientadas en el lejano oeste.
Otro punto favorable para la organización fue su buen hacer a la hora de crear salas que aislaban el sonido de los stands y que permitían escuchar a la perfección todas las charlas, mesas redondas y clases magistrales que se fueron organizando a lo largo de los cuatro días que duró el evento.
Respecto al contenido de stands, en esta ocasión hemos contado con una gran variedad de tiendas que, además de estar al día con las actuales novedades comiqueras, ponían a la venta ejemplares descatalogados de editorial tan clásicas como Zinco o Vid a precios bastante asequibles por lo general.
Como aspectos negativos, la gente coincide en señalar el excesivo coste de las entradas: 7 euros por un día completo (sin contar ningún tipo de descuento). Por otra parte, algunos experimentados en este evento señalan que la organización mantiene su idea de no arriesgar y ofrecer al público lo mismo todos los años. Eso es algo en lo que no puedo entrar dado que, como digo, se trata de mi primera vez en este Salón. De cualquier manera pienso que es justo señalar que el Salón del Cómic de Barcelona ha demostrado ser un punto de reunión estupendo para todos los fans del mundo del cómic. Poder contar con este tipo de convenciones es todo un lujo.
Ahora tan sólo nos queda celebrar las 106.000 visitas con las que el Salón ha cerrado esta edición. Unas cifras muy similares a las del año pasado que, tal y como comenta el director de FICOMIC Carles Santamaria, "suponen la consolidación de una gran asistencia de público que muestra que el cómic interesa a mucha gente".
A continuación os dejo los links de algunos cuantos artículos que he realizado a raíz de mi visita al Salón del Cómic de Barcelona:
También te invito a ver un extenso álbum de fotografías del evento que he alojado en mi página oficial de Google Plus. Haz click aquí.
Yo asistí a ese Salón y no estuvo mal este año.
ResponderEliminarComo primer año yo la verdad es que me he divertido mucho.
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